Los ceramistas de la comunidad de Checca Pupuja, cercana a la ciudad de Juliaca, producen diversas piezas ceremoniales y utilitarias de gran calidad. Destacan sus emblemáticos toritos, objetos mágicos-religiosos que se colocan en los techos de las casas para la protección de sus moradores.
El proceso de producción tiene lugar tradicionalmente en las viviendas de los propios ceramistas, participando todos los miembros de sus familias. Así, los niños empiezan su aprendizaje realizando piezas en miniatura, por lo que se asegura la transmisión intergeneracional de este arte. Los productos se pueden adquirir en ferias de Cusco y Puno, realizadas en el marco de celebraciones tanto religiosas, como cívicas.